Si es así, lo que más deseamos para ti es que experimentes el poder transformador de Jesucristo, donde incluso las situaciones más difíciles pueden convertirse en una historia de gracia. SIN EMBARGO, hasta que la adicción haya sido tratada apropiadamente, servir en el ministerio a menores no es una opción. Las adicciones son tan destructivas que le instamos a buscar el consejo inmediato del pastor o de uno de los ancianos. Dios puede perdonarte plenamente y usarte en gran medida, pero sólo cuando busques su ayuda con total honestidad.